Iván M. Prado Rodríguez

El Equisetum

Tener un estanque en el jardín implica la posibilidad de cultivar una gran variedad de plantas dependiendo del gusto que tengamos y del estilo que le queramos dar. Las distintas zonas del mismo nos dan múltiples opciones para crear pequeños espacios de biodiversidad.

En muchas ocasiones, con el objetivo de mejorar la integración del estanque dentro del jardín, la zona de los márgenes se suele diseñar de forma que las plantas que se sitúan en él disimulen el borde y creen una transición gradual en la unión entre jardín y estanque. Entre las distintas opciones posibles para favorecer esta transición se encuentra el Equisetum hyemale o Equisetum japonicum, una estilizada planta siempre verde de porte erecto y columnar, con nudos muy marcados y sin apenas ramificaciones, que puede llegar a alcanzar algo más de un metro de altura.

El Equisetum, también llamado “Cola de caballo”, se caracteriza por poseer un tallo subterráneo (rizoma) muy vigoroso e invasivo, a partir del cual surgen tallos cilíndricos y acanalados de un intenso color verde oscuro, sobre el que las hojas, de muy pequeño tamaño, aparecen formando una vaina de un centímetro de ancho dispuesta a su alrededor.

Se trata de una planta sin flores, dado que su reproducción sexual se realiza a través de esporas, producidas en esporangios alargados que se encuentran en la superficie interna de unas estructuras hexagonales, llamadas esporangióforos, que se disponen en estróbilos ubicados en las puntas de los tallos y que son de forma elíptica y de unos 15 mm de longitud.

La Cola de caballo es una planta muy cotizada desde la época romana debido al uso medicinal que se ha hecho de ella, ya que tiene la virtud de favorecer la eliminación de líquidos del organismo, así como la de frenar diferentes tipos de hemorragias. Es una planta nativa del hemisferio norte y en su estado natural es fácil verla en lugares arenosos y húmedos de toda la Península Ibérica, aunque sea más habitual en la mitad norte.

En cuanto a su cultivo, el Equisetun no es unas planta demasiado exigente, aunque requiere de un riego frecuente por lo que se aconseja situarla en una zona donde sus raíces estén constantemente húmedas, principal razón por la que se suele utilizar en los estanques o jardines acuáticos. De todos modos su utilización en maceta no tiene por qué ser descartada ya que situada en grupos luce muy elegante, sobre todo si las jardineras son claras y de líneas rectas, en donde su color verde oscuro y su porte destacarán con fuerza.

Estamos ante una planta muy resistente que puede soportar sin problemas temperaturas mínimas muy por debajo de los cero grados, lo que no impide su cultivo como planta de interior. A la hora de situarla siempre elegiremos zonas luminosas y soleadas.

Si no queremos una proliferación excesiva de la planta en nuestro estanque o jardín, lo más aconsejable será plantarla dentro de un contenedor  o delimitar la zona que no queramos que sobrepasen con una barrera subterránea que alcance al menos los 50 cm de profundidad.

Como se puede deducir de lo anterior, el Equisetum es una planta de fácil mantenimiento, de la que nos preocupará más el que se puede expandir más de la cuenta que las posibles afecciones que pueda sufrir, en especial si la cultivamos en un suelo bien equilibrado y a un nivel de profundidad adecuado. Por esta razón, no es probable que tenga problemas de plagas o enfermedades, aunque nunca está de más prestarle atención en las revisiones que hagamos de todo el jardín.