El leptospermun

Iván M. Prado Rodríguez

El leptospermun es una planta que os sorprenderá en gran parte debido a su abundante y duradera floración, que la ha convertido en una planta muy interesante para tener en el jardín o en la terraza. Su tamaño no es muy grande y acepta la poda sin problemas. Si te gustan las plantas con flor, esta bella planta no debería faltar en tu jardín.

El Leptospermun scoparium es un arbusto originario de Nueva Zelanda y del sudeste de Australia que se caracteriza por poseer una floración abundante y continua, que a veces se extiende hasta bien entrado el invierno. Planta de tipo matorral, presenta un porte vertical, muy ramificado que puede llegar a alcanzar una altura cercana a los 4 metros de altura. Su follaje es perenne, aunque si está expuesto a un clima muy frío, casi seguro se comportará como una planta semiperenne. Sus hojas, pequeñas, lanceoladas, aromáticas y algo punzantes, son de color verde oscuro rojizo y presentan un aspecto muy parecido a las del brezo, aunque con la llegada del frío se tienden a poner de un característico rojo bronceado, muy similar al color de sus tallos.

Las flores, pequeñas y de color rosa, rojo o blanco, con el centro púrpura, pueden ser simples o dobles. Emergen solitarias a partir de botones florales repartidos a lo largo de los diferentes tallos de la planta, desde finales de primavera y durante todo el verano, de manera profusa y continua. En el mercado se pueden encontrar variedades que pueden llegar a florecer todo el año, llenando de color los tristes jardines de invierno.

Entre las variedades que se comercializan habitualmente destacan: El L. Scoparium ‘Keatleyi’, de hojas  de color verde oscuro grisáceo, y flores grandes, estrelladas y de color rosa pálido; el L. Scoparium ‘Nicholsii’, de hojas de color púrpura bronceado y flores de color carmesí más pequeñas; y el L. Scoparium ‘Red Damask’, de hojas de color verde oscuro, y flores dobles, de color rojo oscuro.

Para un desarrollo correcto y una buena y llamativa producción de flores, el leptospermun necesita estar situado en un suelo fértil, ligeramente ácido y bien drenado, en donde no le falte nunca la luz. Soporta ubicaciones a semisombra, pero no se verá tan bello y cargado de flores como en un lugar a pleno sol.

Para una buena floración, necesita de una temperatura cálida en verano y fría en invierno. Las heladas, si no son muy fuertes, no resultan un problema para él, aunque si se prolongan en el tiempo pueden ocasionar la pérdida de todo el follaje, y a veces incluso la muerte.

En cuanto a los aportes de agua, necesita de riegos copiosos en verano. En invierno bastará con regarlo de forma modera, cerciorándonos de que siempre tenga algo de humedad en las raíces, pero sin llegar a encharcarlo. El abonado se realizará cada quince días, aunque habrá que tener cuidado con la cantidad a aportar pues es una especie muy susceptible al exceso de fertilizante. Un buen consejo es utilizar la mitad de la dosis recomendada por el fabricante, o utilizar abonos orgánicos como el humus de lombriz.

El Leptospermun es una planta apta para su cultivo cerca del mar, o zonas de viento intenso. En verano, y siempre que esté plantado en el suelo, puede llegara a tolerar algo de sequía, pues desarrolla un gran sistema radicular.

En general, estamos ante una planta de fácil cultivo, aunque un poco caprichosa con lo que respecta a la poda. Después de las floración más abundante, se recomienda podarlo ligeramente, sobre todo sí ha crecido de manera desordenada. De esta forma, ayudaremos a que la planta mantenga un porte compacto y ramificado, y estimularemos una nueva y abundante floración.

Su pequeño porte lo hace perfecto para cualquier jardín, ya que al ser un arbusto de flor su utilización en los distintos espacios es muy amplia. Su uso va desde ejemplares solitarios hasta su ubicación en macizos junto con otras plantas. Los setos de Leptospermun, tanto bajos como altos, son muy decorativos, por lo que es una buena opción a considerar sobre todo si tenemos en cuenta que necesita de podas frecuentes para verse bonito, fuerte y florido.

Soporta sin problemas el cultivo en contenedor, siempre y cuando no le falten los aportes de agua. Situado en una maceta grande y bonita, y efectuando las podas regulares de formación, en poco tiempo podemos llegar a tener un pequeño arbolito muy decorativo.

Sus flores, cortadas junto con las ramas, se ven muy bellas como flores secas, por lo que no lo dudéis si lo tenéis en el jardín.

Su reproducción no es difícil, y se puede realizar mediante la siembra de semillas en primavera. Otra opción es propagar el leptoespermun por esquejes de madera blanda.