Iván M. Prado Rodríguez

Los bambús

Los bambús son gramíneas gigantes de rápido y fuerte crecimiento. Pertenecientes a la familia de las Poaceae, los bambús constituyen una subfamilia de plantas denominada Bambusoideae muy repartida por los distintos rincones del planeta. Se conocen más de 1.000 especies de Bambúes de diversos géneros, cuyos tallos crecen en un amplio rango de formas y colores, y dentro de los cuales se incluyen el característico verde o dorado, así como el marrón, rojizo e incluso negro.

Los bambús se caracterizan por ser plantas perennes de tallo leñoso y esbelto, poblado de entrenudos, a partir de los cuales nacen las hojas verdes y alargadas. Éstas están presentes tanto en las ramas como en el tallo, donde su verde primaveral llama la atención sobre todo en invierno. Algunas variedades de bambú pueden crecer más de 30 cm al día y llegar hasta los 35 m de altura, mientras que la variedad más pequeña de bambú no supera los 15 cm.

Estamos ante plantas que establecen densas formaciones en suelos ricos en nutrientes y húmedos, a través de los cuales se extiende con rapidez los tallos subterráneos (rizomas) que emiten numerosos hijos cada primavera.

Los mejores lugares para su plantación suelen ser zonas algo sombreadas, donde puedan extenderse a su gusto formando bosquetes. Si lo que se desea son ejemplares aislados o un seto, habremos de delimitar la zona que no queramos que sobrepasen con una barrera subterránea que alcance al menos los sesenta centímetros de profundidad. Su cultivo en maceta también es una opción a considerar, sobre todo si tenemos una terraza o un patio.

En general son plantas de pocas exigencias que no requieren un gran aporte de agua, aunque en los primeros veranos o en casos de épocas de sequía se aconseja regarlas moderadamente. En invierno pueden podarse total o parcialmente, ya que rebrotarán vigorosamente en primavera. La resistencia al frío y vientos fuertes depende de la especie concreta, pero es generalmente alta.

Entre la multitud de especies de bambús ornamentales que nos podemos encontrar en el mercado, destacan:

– Del género Arundinaria: A. mulierae, uno de los más difundidos. Crece entre 2,50 y 4 m de altura, es muy resistente y no emite brotes subterráneos, por lo que no suele resultar invasor; la A. nítida, de tallos de color púrpura y hoja pequeñas, que a diferencia del anterior se extiende sin cesar formando grandes matas.

– Del género Phyllostacchis: P. aureosulcata, de gran resistencia a las temperaturas frías, sus tallos están surcados por vetas amarillas; el P. nigra, cuyos tallos inicialmente verdes, se vuelven negruzcos con el paso de los años y el P. aurea, de prominentes nudosidades. Esta especie es un poco delicada, por los que en climas fríos habrá de plantarla en zonas protegidas.

– Del género Sasa: Sasa palmata, que al igual que el anterior es sensible a las heladas. Su follaje es uno de los más valorados dentro de los bambús de jardín. Sus hojas color verde manzana alcanzan los 40 cm de longitud. No suele crecer más de dos metros, constituyendo un hermoso fondo verde para arbustos de flor.

– Del género Bambusa: Bambusa multiplex,  que llega a alcanzar los 15 m de altura. Es muy utilizado en jardinería  para formar grandes setos. La variedad Bambusa multiplex ‘Alphonse Karr’ es muy popular por sus cañas de color amarillo anaranjado con listas verdes y rojas.

La gran diversidad de alturas que nos ofrecen las distintas especies de bambú, nos permite combinarlos u optar por la mejor opción para nuestro jardín o terraza. Se pueden utilizar como plantas tapizantes de suelo en zonas sombrías, como parte de agrupaciones de arbustos, como puntos focales, como pantallas vegetales de ocultación  o limitando caminos y fincas, entre otros muchos usos.