El Ophiopogon

Cada vez es más habitual ver ciudades que intentan naturalizar las superficies duras combinando plantas resistentes, decorativas y de fácil mantenimiento. Su utilización, además de aumentar la diversidad de especies y crear un entorno armonioso, añade color, contraste y movimiento a las calles y a los parques.

El Ophiopogon, comúnmente conocido como Convolaria o Convalaria, es un género de este tipo de plantas ornamentales que ha entrado en los últimos años con mucha fuerza en el mundo de la jardinería. Su principal atractivo radica en la belleza de sus hojas de aspecto herbáceo, que se adaptan a la perfección a cualquier estilo o tipo de zona verde. Por su versatilidad, pueden ser utilizadas para dar un aspecto más natural a la zona ajardinada, o como plantas de contraste en un macizo de flores.

Los Ophiopogon  proceden de las regiones templadas y tropicales del este, sudeste y sur de Asia. Su nombre científico Ophiopogon deriva del griego Ophis, que significa serpiente, y Pogon, que significa barba, seguramente refiriéndose a sus hojas.

Plantas perennes de porte redondeado, cuya altura puede oscilar entre los 15 cm y los 30 cm de altura. Constituyen grupos pluriindividuales, de porte extendido y de denso follaje que se desarrollan a partir de pequeños rizomas desde donde emergen los penachos de hojas. Éstas son finas, brillantes, estrechas y de color verde. Dependiendo de la especie el matiz del verde varía, de modo que existen especies con hojas verdes oscuras, con bandas blancas o amarillas, o incluso negras. Durante el verano, los Ophipogon producen racimos de flores acampanadas blancas, rosadas o lilas, que dan lugar a drupas de colores variados.

En el mercado nos podemos encontrar distintas especies de Ophiopogon, todas similares y a su vez distintas, variando la tonalidad de sus hojas, de sus flores y de sus drupas. Entre las más conocidas destacan: el Ophiopogon planiscapus ‘Nigrescens’, cuyas hojas son de color negro y en verano producen racimos de flores lilas a las que siguen frutos negros; el Ophiopogon japonicus, de hojas color verde oscuro, sus flores de color lila se producen a finales de verano, las drupas son  de color negro azuladas; el Ophiopogon jabruan, de hojas de color verde oscuro, su floración se produce a principios de verano. Sus flores son blancas y sus drupas son de color azul oscuro;  y  el Ophiopogon jabruan ‘Variegatus’, cuyas hojas presentan bandas blancas o amarillas y es menos robusta que la especie típica.

Estamos ante unas plantas muy apropiadas para utilizar en borduras o entre plantas de pequeño porte, buscando el contraste de color. También son muy utilizadas en estanques, ya que sobreviven bien en ambientes encharcados. A la hora de su plantación, se recomienda hacerlo en grupos de varios ejemplares, debido a que el efecto que producen es realmente bello.

Se adaptan muy bien a diversas temperaturas, soportando apenas sin problemas las heladas, e incluso a la nieve. Para un desarrollo equilibrado se recomienda situarlas en un lugar en donde tengan algunas horas de sol, aunque una exposición a semisombra  no debería constituirles ningún  problema.

Estamos ante plantas de mantenimiento muy sencillo, cuyo mayor requerimiento consiste en crecer en un suelo fértil y algo ácido. En cuanto a la poda, ésta no se recomienda en algunas variedades, en donde el color y el porte se ven beneficiados si no se les práctica. El riego debe ser constante pero no excesivo.

En cuanto a la aparición de enfermedades o plagas, hemos de tener especial cuidado en primavera, ya que las oscilaciones térmicas entre el día y la noche, junto con las lluvias frecuentes, pueden favorecer el desarrollo de enfermedades causadas por hongos. Por ello se recomienda un tratamiento preventivo con un fungicida polivalente. A finales del invierno habrá que tener especial cuidado con los áfidos y las cochinillas, ya que podrían causarnos algún que otro problema.