Tareas de diciembre

Apenas quedan tres semana para que empiece el invierno. Las bajas temperaturas, presentes ya desde mediados de noviembre, se hacen ahora más intensas. Sin embargo, esto no debe desanimarnos a la hora de salir a disfrutar del jardín o la terraza.

La prevención y preparación son las tareas de mantenimiento principales de este mes, por lo que aprovecharemos los días de lluvia y frío para limpiar, afilar y preparar las herramientas de jardinería. En cuanto al mobiliario de jardín, deberemos protegerlo si aún no lo hemos hecho. Una buena opción es limpiarlo, repararlo si fuera el caso, y enfundarlo en lonas resistentes e impermeables. También revisaremos las celosías y los enrejados, asegurándonos de que estén bien sujetos.

Si echamos de menos algo de color en nuestro jardín, en el mercado hay plantas de temporada como los pensamientos, las violas, los ciclamen o los repollos ornamentales, que darán color durante todo el invierno y son perfectas para dar ese toque de alegría al paisaje que tanto añoramos en los días grises y fríos. Las plantas perennes como la mahonia,  la skimia, el acebo, las nandinas o los brezos, entre otras, son también una gran fuente de color en el jardín durante este mes frío y húmedo, pues es ahora cuando se están en su máximo apogeo.

Estamos en el último mes para plantar bulbos de tulipanes, crocus, narcisos o jacintos, por lo que si aún no lo hemos hecho, debemos apresurarnos a hacerlo.

Si sale un poco el sol y estamos faltos de ejercicio, podemos barrer las hojas del césped con el rastrillo de hojas, lo cual nos ayudará a dejar el jardín limpio y arreglado y a entrar en calor con rapidez. Las hojas que acumulemos podemos utilizarlas como acolchado en los macizos de plantas que tengamos, o simplemente para hacer compost.

Las podas se pueden seguir realizando mientras la temperatura se mantenga algunos grados por encima de los cero. Ahora las plantas están en reposo, por lo que no sufrirán con los cortes que les practiquemos, y podremos eliminar las ramas que no nos interesen sin miedo a dañarlas. En plantas con bayas, como el acebo, el cotoneaster, etc., podemos podarlos por encima de éstas, eliminando sólo las ramas que presentan hojas, para poder disfrutar de sus frutos rojos, anaranjados o amarillos que quedan a la vista. Además, al realizar esta operación mejoraremos la fructificación del año que viene, por lo que todo son ventajas. En cuanto al césped, no debemos segarlo mientras esté húmedo. Esperaremos a que se seque antes de cortarlo.

Estamos en un mes inmejorable para poder plantar las coníferas en cepellón. Una vez plantadas, deberíamos realizarles un alcorque para mejorar la retención del agua.  Lo mismo pasa con las especies caducifolias (robles, frutales, plátanos, etc.). A partir de estas fechas es fácil encontrarlas en los viveros a raíz desnuda (raíces descubiertas). Lo cual es una ventaja a tener en cuenta pues  nos saldrán a precios más económicos que en contenedor. Sin embargo, debemos plantarlas inmediatamente para que las raíces no se sequen.

En la huerta aprovecharemos para mejorar el suelo. Retiraremos las hortalizas viejas y arrancaremos las malas hierbas para poder aplicar una buena capa de compost o estiércol bien descompuesto. Cada cierto tiempo es bueno cavar profundo a no menos de 30 o 40 centímetros.Si queremos plantar frutales, elegiremos preferiblemente variedades autóctonas, auto fértiles y resistentes a las enfermedades.

Los estanques los protegeremos de la helada con un plástico. Aunque si tu estanque tiene una profundidad menor de 30 centímetros, no dudes retirar las plantas del estanque al interior de casa. De esta forma te asegurarás de que pasen buen invierno sin temor a sorpresas desagradables.

 

Por último, cabe destacar que en esta época no es extraño encontrar árboles llenos de grietas o agujeros en la zona interior de los troncos y las ramas. Muchos de ellos suelen ser obra de unos escarabajos muy hambrientos llamados barrenadores de la madera. Su eliminación suele conseguirse metiendo por el orificio un alambre fino hasta donde esté el barrenador, y aplicando después un aceite mineral invernal para que la oquedades producidas por el barrenador no sirvan de vía de entrada para hongos.