Iván M. Prado Rodríguez

Tareas del mes de Marzo

Otro año más la primavera vuelve a estar a la vuelta de la esquina. Marzo es, sin duda, el mes del despertar del jardín y la llegada de las primeras flores. A poco que os fijéis, en cualquier recorrido en coche podréis ver que las mimosas y las flores del tojo invaden los paisajes de nuestro alrededor. En los jardines, los narcisos, los crocus, los tulipanes y los jacintos, también empiezan a llenar de color nuestros rincones favoritos. Los ciruelos de paseo y los cerezos están a punto de estallar de color, así que si disponemos de tiempo y los días de sol nos acompañan en este mes, no lo dudéis y salid a pasear y observar estos regalos del final del invierno. La camelia es otra de las plantas de este mes, que junto con las azaleas y las magnolias caducifolias, serán otras de las grandes atracciones en todos los parques y jardines.

Este mes, aparentemente algo más caluroso que los anteriores, sigue siendo un mes frío por lo que debemos de tener mucho cuidado con dejarnos llevar por los días luminosos de cielos despejados, y proteger a nuestras plantas de los vientos fríos y las heladas nocturnas. A medida que las temperaturas nocturnas vayan subiendo y el frío se haga menos intenso, retiraremos las cubiertas protectoras que hayamos puesto para evitar los efectos del frío. Aún así, estaremos atentos a la llegada, temible, de alguna helada primaveral.

Estamos en una buena época para trabajar en el jardín. De hecho, es el momento perfecto para preparar la tierra para las plantaciones de prácticamente cualquier especie vegetal, sobre todo si queremos aprovechar las lluvias que están por venir. En cuanto a la siembra, no debemos precipitarnos. Esperaremos a que deje de helar, y la realizaremos o a primera hora del día o en días nublados, asegurándonos de que el sol apenas caliente.

Aún estamos a tiempo de realizar los trasplantes que veamos necesarios, aunque previamente estudiaremos cual es el mejor sitio que va ocupar la planta trasplantada. Para ello tendremos en cuenta sus necesidades de sol y sombra, tipo de suelo, y demás condiciones.

Es importante eliminar los restos de hojas y desechos del invierno que aún persisten en el jardín. No os olvidéis de arrancar las malas hierbas antes de que florezcan y esparzan sus semillas por todos los rincones. A fin de que esta solución tenga un mayor efecto, una buena opción es cubrir nuestros macizos y alcorques con algún tipo de cobertura, como puede ser la corteza de pino triturada o la grava de colores. Si queremos que este efecto sea duradero, lo mejor será colocar por debajo una malla antihierba.

Todavía estamos a tiempo de realizar alguna tarea de poda. Eso sí, es recomendable tratar las heridas con algún tipo de cicatrizante: hemos de tener en cuenta que dada la entrada en actividad de las plantas y la presencia de humedad por las lluvias primaverales es muy factible que se reproduzca algún tipo de enfermedad en las heridas producidas por la poda. Es muy importante utilizar las herramientas adecuadas y que éstas estén limpias y afiladas.

Estamos en época de brotación, por lo que alimentar a nuestras plantas y proporcionarles las dosis correctas de abono y agua es una de las tareas de mayor importancia de este mes. Las propias plantas serán las que nos digan la frecuencia de agua que necesitan, algo que sabremos tocando el sustrato y valorando su nivel de humedad. Cuando la tierra esté muy seca, habrá que regar y será mejor hacerlo a primera hora de la mañana o a la última hora del día, cuando el sol no calienta.

En cuanto al césped, en este mes podemos realizar resiembras para recuperar las zonas más deterioradas o aquellas zonas que presenten calvas. Podemos realizar una aplicación de herbicida selectivo con el fin de eliminar las malas hierbas de nuestro césped y por supuesto, realizar una labor de escarificado que además de quitar la capa superficial de restos secos a causa de siegas, caída de las hojas, etc., también permite que nuestro suelo tenga una buena aireación.

Los hongos y plagas harán acto de presencia con los primeros brotes, que serán un objetivo muy apetecible debido a los tejidos tiernos de estos brotes. Para evitarlo haremos tratamientos preventivos mediante fungicidas e insecticidas. También vigilaremos la presencia de babosas o caracoles, su eliminación puede realizarse manualmente o bien a través de productos fitosanitarios antilimacos, de venta en establecimientos especializados.