La planta de la que vamos hablar hoy es sin duda una planta que llama la atención. Se trata de un alegre arbusto que no sólo destaca por su sorprendente y llamativa floración de finales de invierno, sino también por sus hojas, perennes, que varían de color a lo largo del año. Los colores que adoptan las hojas son ligeramente diferentes dependiendo de la variedad de la que se trate, y sin duda sorprenden al visitante, además de aportar color y movimiento al jardín.

El Loropétalo

La planta de la que vamos hablar hoy es sin duda una planta que llama la atención. Se trata de un alegre arbusto que no sólo destaca por su sorprendente y llamativa floración de finales de invierno, sino también por sus hojas, perennes, que varían de color a lo largo del año. Los colores que adoptan las hojas son ligeramente diferentes dependiendo de la variedad de la que se trate, y sin duda sorprenden al visitante, además de aportar color y movimiento al jardín.

El Loropétalo (Loropetalum chinense) es un arbusto ornamental que da luz y color al jardín en invierno, además de alegrar y embellecer el lugar con su característica y profusa floración a finales del invierno. Planta de hoja perenne y crecimiento medio, es originaria del Extremo Oriente, concretamente de los bosques del Himalaya, de China y de Japón, desde donde poco a poco se ha ido extendiendo hasta los jardines de medio mundo. Presenta un porte erguido y abierto, que tiende a crecer más a lo ancho que a lo alto, dando lugar a ejemplares ligeramente redondeados y tupidos. Su altura no suele sobrepasar los 2 metros de altura, aunque cultivado en contenedor rara vez pasa del metro de altura.

Se trata de una especie muy apreciada por sus bellas hojas redondeadas de color verde. Estas adquieren una coloración cobriza muy decorativa con la llegada del verano, y se mantiene de ese color siempre que se encuentre en una ubicación soleada y protegida. La variedad ‘Fire Dance’, toma normalmente un tono rojizo en los nuevos brotes, que poco a poco se van volviendo de un color púrpura oscuro.

A finales del invierno y principios de primavera aparecen, sobre los crecimientos del año anterior, pequeños ramilletes colgantes constituidos por pequeñas flores ligeramente olorosas, formadas por 4 pétalos estrechos y alargados de color blanco o fucsia.

En cuanto a sus necesidades de cultivo, no estamos ante una planta que precise de muchos cuidados específicos. No soporta temperaturas muy frías, por lo que necesita de una ubicación resguardada. En caso de inviernos especialmente fríos se recomienda protegerla con una manta térmica. Crece mejor en zonas semisoleadas o soleadas, siempre y cuando disponga de suficiente humedad en el suelo. Para un desarrollo adecuado precisa de suelos ácidos, ricos en materia orgánica, aunque suele adaptarse a cualquier tipo de suelo, siempre  que cuente con la humedad y el drenaje adecuado. El abonado se realizará durante la época de crecimiento con un fertilizante apropiado para plantas acidófilas.

En general, el Loropétalo es una planta rústica, muy adecuada para jardines pequeños, así como para aquellos jardines de bajo mantenimiento. Puede utilizarse para formar parte de macizos, junto con otras especies adidófilas, como son: el rododendron, la azalea, los brezos, o las camelias, entre otras. Otro uso que se suele dar es para constituir un seto bajo informal. Utilizada de forma solitaria, también suele resultar muy bella. Su cultivo en contenedor suele dar grandes resultados, por lo que si tenemos un patio soleado o una terraza, es una buena opción a tener en cuenta.

Es un arbusto que se adapta bien a su cultivo en forma de bonsái, así como a la transformación por medio de podas, por lo que con un poco de paciencia y algo de destreza se puede llegar a convertir en un pequeño y muy bello arbolito.

Su mantenimiento se reduce a la poda de las ramas dañadas y secas. O simplemente para la eliminación de las ramas cuando crezcan en exceso y desequilibre el aspecto de la planta, o para mantenerlo en el tamaño deseado. La poda siempre se realizará inmediatamente después de la época de la floración.

La reproducción se puede realizar por esquejes en verano o mediante la siembra de semillas a finales de la primavera.

En cuanto a las plagas y enfermedades, no suele ser una planta susceptible a ellas, por lo que a día de hoy no tiende a dar quebraderos de cabeza.