Sin duda este final de abril ha estado marcado por las lluvias y una bajada de temperaturas, lo que casi seguro repercutirá en un mayo soleado, verde y muy florido. El agua y el sol favorecen que aumente la actividad en el jardín, por lo que este mes que se inicia seguramente nos deparará mucho trabajo y muchas satisfacciones.

Mayo es el mes de las flores por excelencia. A poco que os fijéis os daréis cuenta de la variedad de colores y aromas que se adueñan otro año más de los jardines y las calles. Buena prueba de ello son el jazmín, las azaleas, el azahar, las peonías, o las rosas, entre otras muchas especies que con sus perfumes y su alegría nos recuerdan que, por mucho que llueva, el verano está a la vuelta de la esquina. 

A medida que los días crecen y el calor aumenta el trabajo con las plantas se intensifica. Esto implica que nuestros jardines y terrazas demandarán una mayor atención, no sólo en la cantidad de tiempo invertido sino en la constancia a la hora de prestársela. Así que manos a las obra, que todo trabajo bien hecho trae una merecida recompensa.

Una de las principales tareas que tendremos que realizar este mes es retirar con regularidad las malas hierbas que invaden nuestros macizos y alcorques. Abonar en esta época es imprescindible, sobre todo si queremos que nuestras plantas luzcan bellas, fuertes y con un intenso color.

Las plantas de temporada, al igual que las vivaces de flor, ya están presentes en casi todos los establecimientos de ventas de plantas. Teniendo esto en cuenta, no está de más empezar a pensar qué colocar en cada lugar, a fin de que a finales de este mes nuestro jardín y terraza estén invadidos de flores y color. Es importante recordar que las margaritas, las surfinias, las petunias, los tagetes, o las caléndulas son plantas perfectas para lugares soleados, mientras que las alegrías, las fucsias, las begonias, las bacopas o los senetti, por el contrario son plantas más indicadas para lugares con sombra parcial.

Estamos en los últimos días para plantar bulbos de flores de verano, como por ejemplo los amarilis, las calas, las begonias o las dalias. Si aún no lo has hecho, no esperes mucho más o no podrás realizarlo hasta el año que viene. Recuerda que son plantas perfectas para tenerlas en maceta, así que si eres de los que tiene terraza y no jardín, no dudes en hacerlo.

Todavía estamos a tiempo para sembrar plantas aromáticas, vivaces y anuales de floración estival, como los tagetes, las distintas variedades de amapola, las violetas, los claveles, las caléndulas, así como otras muchas plantas de flor.

No os olvidéis que hasta finales de mayo aún estamos en temporada de heladas, por lo que las plantas más susceptibles al frío sólo las desprotegeremos cuando estemos seguros de que las temperaturas no van a descender mucho.

En cuanto a las operaciones de poda, mayo es un buen mes para podar los setos perennes (aligustre, acebo, conífera o boj, entre otros muchos) pues los nuevos brotes jóvenes que se generen se desarrollarán mejor. Las plantas vivaces de floración temprana también se podarán ahora, al igual que los arbustos ornamentales que ya han florecido.

Es conveniente retirar las flores marchitas de las plantas de flor, pinzándolas con una uña justo por el reverso de la flor, o a partir del tallo floral en caso de que lo tuviera.

Estamos en un buen momento para trasplantar aquellas plantas que tengamos en un recipiente pequeño, y que por su tamaño ya necesiten de otro mayor. Al hacerlo, no nos olvidaremos de remojar bien el cepellón en un cubo con agua durante al menos un cuarto de hora antes de cambiar de recipiente.

A medida que el calor empieza a aumentar y las lluvias empiecen a remitir, empezaremos a aumentar la frecuencia y la cantidad del riego.

El trabajo en el césped aumentará en este mes. Lo primero que hemos de hacer es explorarlo. Si observamos partes enfermas o zonas con musgo podemos atajar el problema de dos formas, dependiendo de la extensión de la zona afectada. Si la zona es pequeña, lo más fácil es eliminar el césped completo y sembrar con semilla de rápido crecimiento. Si, por el contrario, la zona es extensa, es preferible tratarla para evitar que el problema se extienda. Las áreas con musgo pueden combatirse con sulfato de hierro, aunque si este está muy presente por todo el césped, lo más recomendable es realizar un escarificado y airearlo mediante el pinchado con horca o un rulo de púas. Si tenemos problemas de hongos, se deberá aplicar un fungicida al césped, preferiblemente después de segar, de forma que servirá para tratar y prevenir las enfermedades más comunes que suelen aparecer a lo largo de esta época.

A mayores, a partir de este mes, se empezará a segar el césped con regularidad, al igual que se aumentará el tiempo y la frecuencia del riego.