El Feng Shui en el jardín

Iván M. Prado Rodríguez

Que el jardín sea un remanso de paz y armonía capaz de relajarnos y hacernos sentir bien, no es una utopía  Ya en la China antigua, la observación de la naturaleza llevó a la conclusión de la existencia de ciertas fuerzas responsables de animar todo lo existente en el mundo, capaces de influir en todos los aspectos de la vida humana y su entorno. A estas fuerzas se las denominó aliento vital o Chi, y fue con el propósito de sacarle el máximo provecho a ese poder de la naturaleza que surgió el Feng Shui.

El objetivo del Feng Shui es conseguir que el Chi fluya libre y con armonía. Para esto, el jardín se debe distribuir de manera que reine la armonía entre el Ying y el Yan, para que ninguno de ellos se imponga sobre el otro. El conocimiento de los cinco elementos y de sus interacciones constituye una parte esencial de la interpretación y la práctica del Feng Shui, pues en la antigua visión china del universo se creía que todo estaba hecho de uno de ellos. Estos cinco elementos son: la madera, el fuego, el agua, la tierra y el metal.

De acuerdo al Feng Shui, el jardín debe aportar serenidad y seguridad, con independencia de su tamaño, y provocar una sensación de que nada falta y nada sobra, simplemente la sensación de ser a la vez armonioso y bello para sus propietarios. Se valora especialmente no caer en los excesos y la ostentación, sino buscar la sencillez y el espacio.

Algo de vital importancia en el Feng Shui es el entorno que rodea al jardín. Las vistas desfavorables como torres de alta tensión o edificios altos, entre otros, atraen la energía negativa del exterior. Para evitarla se pueden plantar árboles y arbustos que impidan su visualización y maticen el fondo del jardín. Delimitar el contorno del jardín con un seto cumpliría una función similar.

La forma del terreno es una clave importante en el diseño del jardín, que condicionaría el correcto flujo de energía: las pendientes, al igual que las formas simétricas y las líneas rectas, son algo que debemos evitar. La utilización de setos, la instalación de espacios como un huerto o un invernado, o el uso de plantas trepadoras, son buenas soluciones para transformar y suavizar las formas no deseadas. Las pendientes equivalen a canales de pérdida de energía positiva, por lo que es importante situar plantas altas o elementos de grandes dimensiones para contener el flujo.

Recordad que las asimetrías, la ausencia de líneas rectas, los cambios inesperados en la dirección de un camino, hacen que el jardín pierda sus dimensiones reales y surjan nuevas sensaciones de sorpresa y misterio al recorrerlo, algo que debemos potenciar.

Otro aspecto a tener en cuenta es la sensación de jardín libre, en donde la energía del mismo pueda moverse libremente.  En este aspecto es necesario mantener el centro del mismo como zona de esparcimiento, y evitar atravesarlo con un camino o con una zona de reunión con mesas y sillas.

Es importante crear canales de flujo para que la energía positiva circule por todo el jardín. La creación de caminos ligeramente sinuosos, con curvas suaves que recorran en el jardín son importantes en este sentido.

Debemos incluir elementos de composición que tengan relación con los cinco elementos esenciales, tales como rocas, plantas, macetas, esculturas, elementos con agua, adornos y mobiliario de jardín.

El agua es importante en este tipo de jardines, ya que simboliza el dinero. A la hora de ubicarla en el jardín, podemos incluirla como fuente, surtidor o estanque. Preferiblemente debe estar en movimiento, para que la energía circule,  y por supuesto siempre limpia. Si el agua siguiese algún curso, éste no debería alejarse de la casa, y de poder ser, lo más conveniente es que pasase por el frente.

Las rocas representan el elemento tierra y, junto con el agua, garantizan la armonía y el equilibrio del jardín, por lo que también deberían hacer aparición.

El fuego se representará mediante la plantación de plantas con elementos rojizos, como son las flores, las hojas o los frutos. La zona de parrilla también sería una buena forma de representación del fuego.

El metal se incluirá en el jardín, por medio de estructuras u objetos redondeados (tiestos y maceteros), y la plantación de plantas de flores blancas o de hojas planteadas.

La adecuación del Feng Shui del jardín dependerá, en gran medida, de nuestra selección de las plantas. Esta disciplina no sólo toma en consideración el color de una flor, sino también la forma de la planta adulta, sus hojas y su valor simbólico.