Iván M. Prado Rodríguez.

Las flores de verano

Bellas y elegantes, las flores son las reinas de los jardines y las terrazas, donde con su color y aroma llenan de color y alegría desde pequeños espacios hasta los enormes parques públicos. La primavera las hace despertar lentamente, invadiendo poco a poco todos los lugares del jardín, pero en verano, muchos de nuestros rincones favoritos van perdiendo su floración y a su vez parte de ese encanto que tanto nos gusta. Una buena solución para evitar esta pérdida de color es combinar especies de floración primaveral con especies de floración estival, de forma que nuestro jardín vaya escalonando las floraciones y con ello variando sus tonalidades, sin perder la alegría y personalidad que le caracteriza.

Existen muchas plantas de floración estival, con estilos y texturas muy diferentes, que soportan sin problema el calor de esta época y que pueden ayudarnos a recuperar el color que se va desvaneciendo del jardín con el cambio de estación. Por lo general, este tipo de plantas son muy agradecidas y rústicas aunque no por ello han de soportar bien la sequía, por lo que el riego de las mismas ha de considerarse siempre un factor importante.

Si lo que queremos son arbustos de flor, la oferta es amplia y variada. En este grupo destacan los rosales, reyes del jardín en verano, donde sus fragantes flores dobles o sencillas hacen las delicias de sus dueños; el rosal de Alejandría (Hibiscus syriacus) es otro bello arbusto, de grandes campanas malvas, blancas o rosadas, que se mantiene perfecto con un mínimo de agua; la adelfa, con sus múltiples coloridos desde el blanco puro al rojo, pasando por el rosa, el crema y el marfil, es otra especie que aporta volumen y contraste al jardín. Entre los pequeños arbustos aromáticos destaca la lavanda, de flores de intenso color azulado o morado, muy adecuada para crear setos bajos o macizos. Y como no, para zonas de semisombra, la mejor opción siempre son las hortensias, donde sus grandes flores de colores que van desde el azul al rojo pasando por el blanco harán las delicias de cualquiera.

Las especies trepadoras también encuentran su lugar entre este grupo de plantas de floración estival. Las buganvilla es una de las más utilizadas por su espectacular y duradera floración, en color fucsia, rojo, naranja, blanco o amarillo; Las clemátides, de gran dureza y prolongada floración, son unas bellas representantes de este grupo; la Campsis radicans, también conocida como trompetilla, es una trepadora rústica y muy alegre, que desde principios de verano hasta principios de otoño nos regalará alegres flores de intenso color naranja butano; la flor de la pasión, crece con rapidez y apenas requiere agua, su carácter perenne la hace una especie perfecta para cubrir enrejados y muros pocos lustrosos, podemos encontrar variedades con flores, rosas, blancas, azules y rojas, aunque esta última es la más susceptible al frío invernal.

Entre las tapizantes, el Hipérico es un buen representante. Su rápido crecimiento y su profusión de flores amarillas, sin pausa desde junio hasta septiembre, llena de color cualquier rincón con rapidez; la Lysimachia emite flores amarillas durante la primera mitad del verano; los Sedum, con flores rosas o amarillas dependiendo de la variedad, son otros buenos ejemplos de este tipo de plantas.

En cuanto a los árboles, la Magnolia grandiflora es posiblemente uno de los más majestuosos y elegantes; sus grandes flores blancas destacan con fuerza entre sus hojas verdes brillantes. Otras especies imprescindibles son la Lagestroemia indica o también conocida como árbol de Júpiter, de prolongada floración estival en color rosa intenso, así como, la Albizia julibrisim o mimosa de Constantinopla, cuyos pompones rosas están presentes en el árbol durante los tres meses de verano.

En las plantas de temporada, lareina indiscutible es la Surfinia o petunia colgante como vulgarmente se la conoce, que ofrece todos los colores en una deslumbrante cascada de rojos puros, rosas, blancos, malvas, violetas, purpuras, entre otros muchos tonos. Las alegrías, en todos sus colores, permiten crear zonas de color en zonas semisombreadas, al igual que las conchitas. Los geranios, las gitanillas, las gazanias, los tagetes, las gerberas y las clavelinas, entre otras muchas, son otros ejemplos de las bellas flores estivales que podemos encontrar en el mercado.