El Humus de Lombriz

Iván M. Prado Rodríguez.

El humus es una sustancia que se produce debido a la descomposición en el suelo de restos orgánicos. Un ejemplo fácil para que se entienda es pensar en una hoja. Ésta cuando se cae al suelo, es atacada por los microorganismos que la van descomponiendo poco a poco. Una parte de esa descomposición se convierte en humus. Este proceso es igual para cualquier material orgánico, tal como el compost, el estiércol o el mantillo, entre otros.

El humus es una sustancia de gran importancia para el suelo y la planta, ya que agrega partículas y favorece el esponjamiento del suelo, mejorando su estructura. Esto hace que esté aireado y retenga agua y nutrientes minerales que no se lavarán ni se perderán en la profundidad del terreno. El humus aporta nutrientes de forma gradual, a medida que se va descomponiendo con los años.

El humus de lombriz es un tipo de humus originado por la actividad de las lombrices, que tienen la capacidad de transformar casi cualquier tipo de residuo orgánico. La lombriz más utilizada es una especie domesticada, generalmente  la Lombriz roja de California, que a parte de su extraordinaria capacidad productiva, no contrae ni transmite enfermedades.

Un alimento ideal para obtener un humus de calidad son los estiércoles de vaca y de caballo, resultan mejores aquellos de ganaderías donde el ganado no está estabulado, que dan lugar a una mejor materia prima.

Este tipo de humus es un fertilizante orgánico, ecológico, inodoro, neutro y no tóxico,  de gran riqueza en flora microbiana, que al aplicarlo al suelo aumenta su capacidad biológica  así como su producción vegetal, contribuyendo a restablecer el equilibrio biológico del suelo. Contiene todos los nutrientes necesarios para un suelo sano, junto con un elevado contenido en materia orgánica y favorece con ello la circulación del agua, el aire y las raíces. Su equilibrada relación Carbono/Nitrógeno, su pH neutro y su acción estimulante sobre el crecimiento de las raíces, facilita el enraizamiento y la germinación de las semillas.

En el mercado existen varias casas comerciales que nos ofrecen este producto en formatos de distintos tamaños adecuados a nuestras necesidades. Su uso está indicado en: recuperación de terreno, praderas, abonado de fondo para cultivos intensivos, cultivo de hortalizas, árboles frutales y ornamentales, trasplantes, plantaciones forestales, semilleros, macetas o jardineras, cultivo de plantas ornamentales  y de flor, así como para el césped.

Un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de elegir que variedad comprar,  y que influye en la calidad del humus producido, es el grado de humedad, ya que las lombrices necesitan al menos de una humedad del 70 % en el hábitat:   un humus producido en un lugar con una alta humedad ambiental evita una gran pérdida de materia orgánica por lavado ya que reduce las necesidades riego.

Otro factor fundamental es el sistema del lombricultor: se recomienda escoger aquellos humus de lombriz en donde esté garantizada la plena transformación de los residuos orgánicos. Una vez transformada la materia prima, para que el humus de lombriz alcance una calidad óptima debe respetarse el periodo de maduración del humus, el cual debe prolongarse como mínimo entre 7 y 12 meses, para que se completen los procesos tan importantes como la neutralización del pH, la estabilización de la materia orgánica, así como el equilibrio de la relación entre Carbono y Nitrógeno y entre macro y micronutrientes.