Iván M. Prado Rodríguez

Tareas del mes de mayo.

A medida que nos metemos de lleno en la primavera, nuestro trabajo en el jardín se hace cada vez más intenso: el césped debe cortarse y regarse más a menudo, se deben proteger los árboles de posibles plagas, plantaremos planta de temporada, etc. La mayoría de nuestras plantas ya han florecido por lo que nuestro jardín debería ser ya un festival de colores y el aire estará invadido por distintos aromas.

Nuestro césped debe empezar a ser regado de forma regular; eliminaremos las malas hierbas mediante escarda manual en caso de que sean pocas o muy grandes, o bien mediante la aplicación de herbicidas selectivos si tenemos amplias zonas invadidas; cortaremos el césped con más frecuencia y a lo largo de este mes, después de cortar el césped, es recomendable realizar un tratamiento con fertilizante.

Podemos seguir realizando la práctica de poda, en este caso, podemos llevarla a cabo en los arbustos que ya hayan perdido la flor como puede ser la Deutzia, la Forsythia, etc., eliminando sus ramas más viejas y las más débiles o enfermas, de este modo ayudaremos a rejuvenecerlas y a aclararlas; evidentemente no cortaremos aquellas que después de las flores den bayas porque no nos darán fruto si lo hacemos; también eliminaremos los chupones o aquellos brotes más vigorosos. Limpiaremos nuestras palmeras eliminando solamente la madera seca, lo que normalmente se realiza tirando de la rama hasta arrancarla.

Podemos realizar el acolchado en la base de nuestras plantas mediante el aporte de turba, corteza triturada, paja, hojas secas, etc… de este modo impediremos el crecimiento de malas hierbas lo cual nos evitará trabajo a la larga, reduciremos la evaporación del agua del suelo y, al mismo tiempo, mantendremos el suelo fresco.

Todas las plantas anuales que florecen en verano y en otoño tienen ahora su época de siembra; aquellas que se siembren en plena tierra han de disponerse en ella lo bastante separadas para que puedan desarrollarse correctamente.

Debemos garantizar el suministro apropiado de agua a las plantas, sobre todo a aquellas que han sido plantadas recientemente y que todavía están en fase de arraigo; en nuestro clima, con regar de vez en cuando es suficiente y si aplicamos un acolchado podremos mantener la humedad.

Conviene desenterrar los bulbos que ya han perdido la flor y trasplantarlos a una zona apartada con tierra fertilizada para que se regeneren, no se podrán arrancar hasta que las hojas estén completamente secas.

Los días de más calor favorecerán al desarrollo de distintas plagas, la más frecuente y conocida es la de los pulgones, si detectamos su presencia debemos combatirlos y para ello podemos usar métodos a base de nicotina y jabón, solo en aquellas zonas más dañadas. Podemos aplicar también el llamado “Aceite de verano”, un aceite con una leve carga de insecticidas que, aplicado con regularidad controla los pulgones y los insectos de verano. Siempre puede consultar a un experto para que le asesore adecuadamente en esta materia en caso de que tenga algún tipo de duda.