En noviembre, el color de jardín pierde la alegría del verano, pero se llena de una atmosfera tranquila y algo melancólica. Es por esto que hoy os queremos hablar de una planta que por lo general no suele llamar mucho la atención, pero que al llegar el frío sobresale dando luz y color al lugar donde esté situada. La Mahonia es una planta rústica, de alegre y profusa floración invernal y fácil cultivo, que hará las delicias de cualquier aficionado a la jardinería.

El género Mahonia engloba un nutrido grupo de arbustos perennifolios, entre los cuales destacan varias especies muy utilizadas en jardinería por la belleza de sus hojas y su llamativa y duradera floración invernal en tonos amarillos. El género fue denominado así en honor al horticultor de Filadelfia Bernan M’Mahon, un gran impulsor de estas plantas.

Se trata de plantas originarias del este de Asia y norte y centro de América. Su tamaño puede variar dependiendo de la especie que se trate, entre las que se encuentran especies de porte rastrero que apenas superan los 30 centímetros de altura, y especies de porte erguido y esbelto que pueden llegar a rondar los 5 metros de altura. En general las Mahonias se  caracterizan por poseer una corteza muy agrietada y unas hojas grandes, compuestas y espinosas de color verde brillante que en invierno, con la llegada de los primeros fríos, adquieren un intenso color púrpura. Las flores, amarillas, pequeñas, aromáticas y redondeadas se disponen en racimos terminales, que dependiendo de la especie pueden aparecer en la planta a principios del invierno o a principios de primavera. Los frutos son drupas de color negro azulado muy decorativas. Estas son comestibles y ricas en vitamina C, aunque presentan un sabor muy fuerte.

Entre las especies y variedades más comercializadas, destacan: La Mahonia aquifolium, de forma redondeada y lento crecimiento. Su floración tiene lugar a inicios de la primavera. La variedad ‘Apolo’, presenta un follaje más grande y un porte más compacto; la Mahonia japonica, de porte erguido y denso follaje. Presenta una larga floración desde finales de otoño hasta la primavera; y la Mahonia x Media ‘Charity’, un bello híbrido de porte compacto y desarrollo vertical. Desde finales de otoño hasta finales de febrero produce pequeñas flores fragantes de color amarillo dispuestas en espigas arqueadas y erguidas.

Se desarrollan sin problemas en casi cualquier tipo de suelo, pero de poder elegir prefieren suelos fértiles, húmedos y bien drenados. Agradece los climas frescos: tolera temperaturas de -7º C, pero el exceso de calor puede hacer que pierda sus hojas. No obstante, cuando las temperaturas invernales sean muy frías, será conveniente realizar un acolchado alrededor del tronco para proteger su sistema radicular.

A la hora de elegir su lugar definitivo en el jardín, las Mahonias prefieren exposiciones semisombrías, aunque si el suelo permanece húmedo puede tolerar una ubicación más soleada. El riego deberá ser abundante en verano y moderado durante el resto del año. Se recomienda abonarlo con un abono rico en nitrógeno en la época de crecimiento.

No estamos ante plantas que exijan una gran poda. Aunque conviene realizar una poda de rejuvenecimiento cada 4 o 5 años. Las podas siempre se realizarán después de la floración. Las Mahonias florecen en la rama del año, por lo que si queremos que tenga una floración abundante, es recomendable realizar una poda de floración cada año. A Las especies tapizantes, la poda se les realizará cada dos años, para lo cual se procederá a cortar los ejemplares a ras de suelo. Los ejemplares, con porte erguido y crecimientos demasiado largos, se pueden podar enérgicamente.

El uso de las Mahonias en jardinería es muy variado. Si optamos por especies de  porte erguido: su uso aislado en una esquina a semisombra suele ser una buena opción. Combinan bien en macizos de arbustos floridos. Son igualmente perfectas para jardines boscosos, situadas debajo de los árboles de mayor porte, o zonas intermedias, donde darán un toque de color en invierno. Su uso como plantas de seto también es muy interesante, sobre todo si lo queremos como seto defensivo pues sus hojas afiladas y espinosas son perfectas para dicho uso. Las especies bajas son muy utilizadas en grupos como plantas tapizantes

Las Mahonias se prestan bien para su cultivo en maceta, por lo que quedarán muy decorativas en cualquier terraza algo sombría.